Hay una serie que está rayando en sintonía en el Perú. Se llama “Al fondo hay sitio” y, aún cuando la dan a las 8 p.m, luego de que el dibujo del Chavo del 8 manda a los niños a dormir, es vista por muchos pequeños.
La serie es una producción nacional bien lograda, cuenta con buenos actores y la caricaturización de los personajes limeños típicos está bastante bien recreada y cumple su objetivo de divertir. Sin embargo, no consideramos el programa apto para niños menores de 10 años. En la historia los valores son trastocados al igual que ocurre con las telenovelas y los niños que no tienen claramente definida la consciencia entre el bien y el mal, no solo no captan las moralejas (que un puber si alcanza a percibir) sino que pueden creer que está bien hacer algo que en realidad es perjudicial.
En la historia existen dos chicas jóvenes que, por diferencias con su mamá, deciden irse de la casa. Una lo hace a escondidas y la otra luego de un pleito. También existe una dulce secretaria enamorada de su jefe, el cual está casado, por supuesto, con una frívola y antipática esposa. Y podemos seguir citando más ejemplos de conductas erróneas que los personajes agradables justifican y que un niño pequeño, que no alcanza a ver más allá de la parodia o ironía, puede terminar aceptando como convenientes.
