agosto 23, 2020

Zack pisa tierra

La mayoría de niñas, hoy adolescentes, lo adoraron cuando bailaba en los musicales de Disney. Era lindo, dulce, coqueto y excelente bailarín. La mayoría de padres se preocuparon cuando se supo de su consumo de cocaina y su vida desordenada. Luego aplaudieron sus nuevas apariciones en el cine. En suma, Zack Efron no es un desconocido, es un ídolo para muchas. 

Su documental en Netflix atrae, en primera instancia, porque se trata de un ídolo juvenil. Por esa razón, sobretodo, lo ven muchas chicas. Pero una vez que arrancas el primer capítulo te das cuenta que se trata de que este documental es un tesoro. 


Zack es un chico que bromea, pone sus muecas y saborea, pero sobre todo un chico que aprende y reflexiona. Va tomando consciencia del daño que le hacemos al mundo al contaminarlo y nos muestra lo mucho que podemos hacer solo al cambiar nuestros hábitos de consumo. 

No corto en su mensaje de sostenibilidad, llega incluso a un santuario de la Virgen y lo vemos con una apertura mental absoluta, con respeto a los que tienen Fe y a los que no la comparten. Una agradable sorpresa ver como este joven madura y aprende a forjar un mundo más sano.